Cuando caen las hojas
Hola amigo, una vez más como todos los años, veo que por ti no pasa el tiempo, no se como lo haces, aún recuerdo cuando nuestra amistad estaba por encima de todo, las estupideces que hacemos en la vida muchas veces prevalece sobre la coherencia.
Me dijeron que te has casado dos veces, y otras dos divorciado, que tu hijo de siete años va siempre contigo de pesca, ya sabía yo que de casta le viene al galgo...
Un día lo vi por la calle y me dijo que nada en ti había cambiado, que sigues buscando la piedra filosofal que todo lo soluciona, que después de haberte recorrido el mundo entero, al final habías encontrado la paz en una pequeña cabaña que construiste con tus propias manos, todos los días por la mañana te despierta el mismo sueño, no desesperes, yo también lo tengo...
Que cosas tiene la vida, cuantos miles de kilómetros nos separan y es mayor distancia la del corazón.
Viajas mucho y sabes bien donde vivo, espero que algún día nuestros odios se aparten, mientras, como todos los años te mando esta carta, esperando que todo te vaya bien, me despido hasta el otoño próximo, cuando caen las hojas...